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Organización del tiempo de estudio (pensando en la Universidad)- AM

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Organización del tiempo

Alcanzar nuestras metas en la universidad probablemente nos exija un nivel de aprovechamiento del tiempo que no hemos alcanzado, ni necesitado, antes. La manera en que empleamos nuestro tiempo es una cuestión de hábitos. Aquí te sugerimos algunas estrategias básicas que, con algo de esfuerzo, pueden ayudarte a organizar y aprovechar tu tiempo.

Algunas técnicas para organizar eficazmente el tiempo

· Crea un espacio para ti, libre de distracciones (teléfono, compañeros de piso, televisión, etc.) y comprométete a permanecer allí trabajando por periodos de entre 1 y 2 horas.

· Reconoce que tus obligaciones son tan importantes como las necesidades y requerimientos de los demás. Establece límites en cuanto a que te interrumpan o alteren tu horario de trabajo.

· Diseña un horario personal de trabajo, y utiliza un calendario visible. Puedes seguir estas pautas:
1. Haz una lista de todos los trabajos, exámenes y entregas con sus respectivas fechas.
2. Divide las tareas complejas en fases o sub-tareas, con objetivos más fáciles de alcanzar, y asigna fechas límite para completarlas.
3. Prioriza tus actividades. Ordena lo que debes hacer según su importancia.
4. Evalúa tu progreso en esas sub-tareas. Si surge un problema intenta solucionarlo rápidamente. Si es necesario, reconsidera tus propias fechas límite.
5. Identifica tus horas de mayor energía. Planifica las tareas y actividades que exigen mayor esfuerzo durante las horas en las que tienes más energía, y reserva tus horas de menos energía para el descanso y las actividades más relajadas, como por ejemplo hacer la colada.

6. Planifica tu tiempo hora por hora. Recuerda incluir tiempo diario de sueño, comidas, vida social y un poco de ejercicios y/o relajación. Es importante que elabores un horario realista.
7. Sé razonable en lo que esperas de ti mismo. Expectativas perfeccionistas o sumamente estrictas pueden hacer que te rebeles o pueden sabotear tu progreso.
8. Prueba el horario que has diseñado. Como estás intentando algo nuevo, es lógico y recomendable ajustarlo tras ponerlo a prueba por una semana.
9. Recompénsate por el trabajo bien hecho y por cumplir el horario. Te ayudará a no sentir resentimiento hacia la tarea hecha y hacia lo que aún te queda por hacer.

Obstáculos para organizar el tiempo

Mal cálculo del tiempo y la consiguiente sobrecarga de tu agenda.

· Aunque pueda resultar algo tedioso, intenta observarte y estimar con precisión el tiempo que te lleva cada una de tus actividades.
· Examina tus prioridades. A veces tendemos a hacer las tareas menos prioritarias en vez de hacer cosas más importantes (ej. limpiar el cuarto vs. estudiar).
· Pregúntate con frecuencia “¿Cuál el mejor uso que puedo darle a mi tiempo?”
· Intenta controlar el “tráfico”: no respondas el teléfono, cierra la puerta, usa un cartel de “no molestar”.
· Revisa tus motivaciones: ¿Estás intentando «darle el gusto» a todos para ser aceptado? ¿Temes no agradarles? Intenta distinguir qué es lo más importante.
· Intenta comunicarte asertivamente: “Realmente me gustaría salir contigo esta noche, pero debo leerme estos capítulos sin falta».


La tiranía de lo urgente

Tanto el examen de mañana como una llamada telefónica requieren nuestra atención. Ambos son urgentes, pero ¿cuál es más importante?

· Si estás siempre corriendo para completar tareas urgentes, probablemente significa que estás teniendo problemas para administrar tu tiempo, para identificar tus prioridades o acostumbrándote a «dejar las cosas para luego».
· Aprende a delegar, o ignorar, las tareas que son urgentes pero no prioritarias. Ej. Si un amigo necesita un libro tuyo urgentemente, que venga él a buscarlo, o que se espere hasta mañana:
tu “ahora” no puedes dejarlo todo para llevárselo.

Distractibilidad

Mantener altos niveles de atención y concentración requiere a veces mucho esfuerzo.

· Intenta entrenar tu concentración mediante periodos breves e intensos de atención y esfuerzo. Diez buenos minutos de esfuerzo, con objetivos a corto plazo, pueden ser muy productivos.
· Observa tu nivel de ansiedad. ¿Sabes por qué estás ansioso? ¿Puedes controlar la ansiedad? ¿Sabes relajarte?
· Vigila tu tolerancia a la frustración. ¿Te estás enfrentando con una tarea difícil que requiere más tiempo? Si pretendes hacerlo todo de golpe, es probable que no lo logres. La consecución de objetivos ha de ser progresiva. Intenta marcarte un ritmo y si lo necesitas, busca la ayuda de un tutor.

El hábito de la postergación: «Dejarlo para después» con demasiada frecuencia

Todos postergamos nuestras responsabilidades de vez en cuando.

La clave está en saber qué cosas «dejamos para luego», cómo y por qué. ¿Qué tareas son las que más evitas? ¿Cuál es tu excusa favorita para postergarlas? ¿La televisión, Internet, las labores domésticas?

· Algunas cosas las posponemos fácilmente porque son relativamente poco importantes, otras por nuestra inseguridad acercade cómo deberíamos hacerlas, otras porque son sumamente importantes o particularmente difíciles. Revisa tus motivaciones.
· Algunas personas temen fracasar debido a la importancia o dificultad de la tarea. Algunas temen al éxito, porque hacerlo bien implicaría nuevas y mayores exigencias. Otras resienten la autoridad y se resisten a cumplir sus demandas. Algunas personas son perfeccionistas y se niegan a intentarlo si no están seguros de un resultado perfecto. Algunos tienen muy baja tolerancia a la frustración y prefieren evitar el mal rato. ¿Te identificas con alguno?
· Si el hábito de postergar tus tareas se convierte en un problema serio, deberías buscar la ayuda de un profesional.

Miedo al fracaso

«¡Si fallo en este examen, mis padres me matarán! ¡No soy un buen estudiante! ¡No doy la talla! ¡Nunca acabaré la carrera! ¡Nunca conseguiré un empleo!» ¿Te suena familiar este discurso?
· Nuestras autocríticas o descalificaciones “automáticas”, esa voz crítica en tu cabeza, aumenta el estrés, puede disminuir la motivación y la acción, distraer tu atención y concentración, reducir tu eficacia y, finalmente, brindarte una excusa para un mal resultado.
· Analiza lo que te dices a ti mismo... ¿Te motiva o te pone más ansioso? ¿Te aleja o te acerca de tu objetivo?
· Reemplaza esas críticas automáticas, esas luchas internas de pensamientos por acciones (¡siéntate y hazlo!). Es la única manera de avanzar y sentirte bien.

Perfeccionismo

· El perfeccionismo sirve para inhibir la acción, evitar complicaciones, liberar ansiedad, y finalmente, te brinda una excusa para un mal rendimiento... (“Realmente no lo he intentado, así que no es un indicador fiable de mi capacidad.”) Refleja un pensamiento tipo todo-o-nada: “Cualquier nota por debajo de la Matrícula, sabe a Suspenso, así que ¿por qué esforzarme?”

· Examina la motivación que subyace a tu perfeccionismo: ¿estás intentando evitar la acción por inseguridad o miedo?
· Examina el valor relativo de lo que estás intentando hacer.
Algunas cosas son suficientemente importantes como para que las hagamos a la perfección, pero la mayoría se satisfacen con un esfuerzo «bastante bueno».

Algunos trucos para ahorrar tiempo

· Lleva siempre algo que leer en la mochila («trabajo de bolsillo»).
· Protégete de la «Ley de Parkinson»: el trabajo se alarga hasta ocupar todo el plazo de tiempo disponible.
· Combate la somnolencia. No te eches siestas, sal a caminar.
· Tómate descansos durante el estudio (y no al revés); un receso de 5 minutos es motivador y el material estudiado tiene tiempo de asentarse. Haz un repaso antes de cada receso.
· Utiliza recordatorios para saber dónde retomar el trabajo la próxima vez, y para no olvidar las cosas que debes hacer.

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Hábitos de estudio (Universidad)- AM

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Hábitos de estudio

Los hábitos de estudio son el mejor y más potente predictor del éxito académico, mucho más que el nivel de inteligencia o de memoria. Lo que determina nuestro buen desempeño académico es el tiempo que dedicamos y el ritmo que le imprimimos a nuestro trabajo.

Durante la educación secundaria, por lo general vamos incorporando unos hábitos de estudio de manera no sistemática, ya que no suelen enseñarse directamente.

Al iniciar la universidad no sólo tenemos más contenido y niveles de exigencia, sino que tenemos menos control externo, porque vivimos solos, porque nuestro entorno inmediato nos supervisa menos, y porque el estilo pedagógico es diferente (menos exámenes y controles periódicos).

Así, comenzar la universidad exige a la mayoría de la gente mejorar sus estrategias de organización del tiempo, su habilidad para tomar notas, sus técnicas de búsqueda y selección de información, su atención y concentración prolongadas. Conocer y entrenarse en hábitos de estudio que potencien y faciliten nuestra habilidad para aprender, son pasos clave para sacar el máximo provecho y conseguir el mejor rendimiento en nuestros años de formación académica Aquí te proponemos algunas estrategias básicas que, con algo de esfuerzo, pueden ayudarte a aprovechar tu tiempo de estudio. Si consideras que necesitas mejorar tus hábitos académicos, deberías intentar ponerlas en práctica.


Planifica tu tiempo de manera realista.

 Las técnicas para organizar y aprovechar el tiempo pueden ayudarte a tener más control en tu vida y conseguir tiempo de estudio más eficaz, y por tanto disponer de más tiempo libre.

· Estructura tu horario académico como si fueran 40 horas semanales de trabajo; después de todo estudiar es tu actividad principal. Si un día no cumples las horas previstas, recuerda que tendrás que recuperarlas al día siguiente.

· Utiliza un calendario para registrar todas las actividades de horario regular y las fechas asignadas para exámenes y trabajos. Incluye tiempo para dormir, hacer ejercicios físicos y actividades sociales. Es difícil aprender estando aturdidos o agotados.

· Determina el mejor lugar y momento del día para estudiar. Lo ideal es estudiar sin distracciones (televisión, ruidos, olores, etc.), en un lugar ordenado, bien aireado y con buena luz, y disponiendo de un asiento cómodo.

· Revisa cada día tus apuntes de clase; te ayudará a afianzar contenidos y a comprender mejor los nuevos temas. Si un día pierdes los apuntes, consíguelos cuanto antes para no perder el hilo.


· Divide los trabajos muy extensos o complicados en sub-tareas o etapas más pequeñas y manejables; te permitirá ir avanzando, sin agobiarte con tanto volumen de trabajo.

· Prémiate por completar las tareas. Es decir, reconoce lo que has logrado aunque aún no hayas terminado el proyecto entero; te ayudará a tener mejor disposición ante lo que aún te queda por hacer.

Lee activamente

· Antes de leer, revisa el material de ese capítulo: lee las introducciones y resúmenes, ten presente los objetivos y contenidos señalados en el programa de la asignatura. Esto te ayudará a tener presente las ideas centrales y más relevantes con las que ir relacionando el resto de la información.

· Lee comprensivamente, no avances si no lo estás entendiendo. Memorizar sin comprender puede confundirte, y los contenidos se olvidan rápidamente.

· Toma notas a medida que lees. Intenta hacer un esquema del material organizando las ideas principales y todos los detalles que las justifican. 

· Organizar las ideas de una manera que tenga sentido para ti, te facilitará recordar los detalles.

· En tus propias palabras, escribe un breve resumen de las ideas centrales o haz un diagrama que ilustre las relaciones entre las ideas principales. Si consigues organizar y expresar los contenidos con tus propias palabras, estás realmente aprendiendo, y será difícil que olvides esos contenidos.


· Potencia tu memoria al máximo

· Para estudiar, es importante que estés concentrado: a mayor concentración, mayor capacidad de memoria.
Por eso es importante que antes de comenzar atiendas a tus necesidades básicas de sueño, alimentación y/o
relajación para poder concentrarte al máximo.

· Puedes utilizar un sistema de tarjetas o fichas para las ideas o términos que te resulten difíciles de comprender y/o retener. Te permitirá consultarlas o repasarlas de manera ágil y cómoda.

· Emplea esttrrattegiiass para recordar las iideass ccllavve.. Genera ejemplos, haz resúmenes y fichas, subraya textos o apunta tus notas al margen. Puedes crear acrónimos, es decir construir palabras o frases que te ayuden a recordar una serie de conceptos.

· Dibuja diagramas de los conceptos. Debes ser capaz de explicar verbalmente el concepto y reproducir el diagrama. Apóyate en imágenes visuales. 

· Estudia hasta que seas capaz de definir y explicar el tema con tus propias palabras, sin ayuda de fichas ni esquemas; es decir no sólo debes poder reconocer información (Ej. escoger una alternativa correcta) sino «producir» un tema (Ej. elaborar una respuesta a una pregunta).


Las 11 mejores estrategias para un buen rendimiento académico

1. Haz una lectura completa del material asignado antes de ir a clase; subraya y resume el contenido.
2. Cuando leas, haz una lista de preguntas sobre ese material y luego respóndelas. Anota tus dudas y consúltalas.
3. Busca las palabras y conceptos que desconozcas y escribe las definiciones en tus apuntes .
4. Asiste a todas las clases; presta atención y toma apuntes.
5. En clase, pregunta cuando no entiendas.
6. Trabaja con un tutor.
7. Entérate/familiarízate con los recursos disponibles en la biblioteca y en Internet que puedan ser útiles.
8. Acércate a los profesores y pídeles lecturas complementarias y material con ejercicios.
9. Forma grupos de estudio y haceros preguntas entre vosotros.
10. Acude a tutoría para comentar temas respecto a tu rendimiento con el profesor.
11. Participa de  programas y talleres sobre hábitos de estudio y organización del tiempo.

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La memoria y las reglas mnemotécnicas - AM

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La memoria y las reglas mnemotécnicas

Es evidente que en todo proceso de estudio la memoria es uno de los elementos fundamentales. Pero lo importante es entender la memoria correctamente. 

Por todo ello en esta ocasión, hablaremos de este tema y os daremos algunos trucos y consejos para mejorarla.

"La memoria funciona como un gran archivador. Ubicar la información en el lugar correspondiente implica agilizar el proceso de selección y recuperación del material"

Empezaremos diciendo que la memoria y el proceso memorístico está formado por lo que podríamos denominar tres fases:

1. Registrar.
2. Retener.
3. Rememorar

Nuestra memoria es como un gran armario o archivador en el que es evidente que encontraremos mejor las cosas si las tenemos ordenadas de una forma lógica.

También está demostrado que recordaremos más y mejor aquello que comprendamos (por eso no es conveniente "chapar" sin saber lo que "chapamos")

· Registrar: En esta fase adquirimos el contacto con los elementos que posteriormente memorizaremos. Sería la primera lectura. Para tener más claros estos conceptos que leemos usamos el subrayado, los esquemas, los resúmenes o fichas. Pero es fundamental que lo que leamos y escribamos lo hagamos de una forma ordenada, lógica y comprendiendo lo que se lee. 
No os pongáis a estudiar un tema de matemáticas que se fundamenta en uno anterior que no habéis leído, o no intentéis estudiar el por qué de la Guerra Civil Española si no habéis mirado anteriormente lo que pasó en los años previos.

· Retener: Cuanta más atención prestemos a lo que intentemos memorizar, más facil nos será retenerlo. Esta es una premisa básica dentro del proceso de la memorización: La Atención. Por esta razón el interés y la motivación ante lo que estamos leyendo y pretendemos memorizar es algo básico. Es fundamental la concentración: aislaros de ruidos, olores, gente que pasa por la habitación, de la televisión e incluso en ciertas ocasiones de la música. No es recomendable estudiar con música cuya letra conocemos, esto nos distraerá. Tampoco es bueno estudiar con la radio y por supuesto la televisión es nefasta. Si queréis estudiar con música hacerlo con clásica o instrumental. Tampoco que sea Rock o Heavy, más bien Jazz, Blues, Regae, New Age, Folk, etc. Para retener las cosas, releer los textos sólo con lo subrayado, releer la fichas o anotaciones y, por supuesto, releer los temas.

· Rememorar: Este es el proceso más importante y el que a todos más os interesa. El recordar aquello que hemos memorizado. Para ello, la manera de haberlo retenido (ordenado, con lógica, con notas, subrayados, esqemas) va a ser fundamental y también el interés que hayamos puesto en ello. A veces intentamos recordar algo que sabemos claramente que lo hemos estudiado, pero como no lo hicimos de la manera correcta y con la lógica necesaria no es imposible rememorarlo. Es fundamental, como veis,  la lógica, el orden, la intención. Pero es que realmente son las piezas claves de la memoria.

Dentro del tema de la memoria, tenemos la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo (esta segunda es la que a todos vosotros más os interesa). En un principio cuando empezamos a estudiar, la información pasa a la memoria a corto plazo, pero lo que tenemos que pretender es "enviarla" a la memoria a largo plazo, que es la que pervive y la que necesitamos a la hora de los exámenes o pruebas. 

Para que la información pase a la memoria a largo plazo es necesario la repetición, la concentración, el orden y la lógica y sobre todo el interés por esos contenidos que queremos memorizar. Lo que sí es evidente es que se recuerda mejor lo que previamente hemos escrito (no todo al completo) o que previamente hemos clasificado. Por eso insistir tanto en lo del subrayado, los resúmenes, los esquemas y las fichas. Un tema de 30 páginas de historia se puede resumir en una ficha señalando en ella solo los apartados o puntos clave del tema y luego al mirar simplemente esa ficha, si ya lo hemos estudiado, la mente irá soltando todos los contenidos de esos apartados ella sola. Por esta razón, cuando en un examen nos pregunten sobre el reinado de Felipe II podremos recordar lo estudiado ya que nuestra mente ya tiene esa información procesada y memorizada y solo necesita el epígrafe de ese material para soltar toda la información 

Las reglas nemotécnicas o trucos para recordar:

Las reglas nemotécnicas son un conjunto de truquillos, casi siempre lingüísticos, para facilitar la memorización. Posiblemente habreis oído hablar de ellos. Se basan es que recordamos mejor aquello que nos es conocido o aquello que nosotros mismos hemos creado. Esto lo veremos mucho mejor con un ejemplo.

Ejemplo:

La primera linea de la tabla periódica de los elementos químicos:
Litio-Berilio-Boro-Carbono-Nitrógeno-Oxígeno-Fluor-Neón
Si tenemos que memorizar esta serie, un buen método sería confeccionar una frase con la primera o primeras letras de cada uno de estos elementos: "La BBC no funciona". Esta podría ser una de las posibilidades para acordarnos de estos ocho elementos. Fijaros que he utilizado la L de Litio (La), la B de Berilio y Boro, la C de Carbono (BBC) , la N de Nitrógeno y la O de Oxígeno (no), la F de Fluor y la N de Neón (funciona).

Esta es una posibilidad para este ejemplo concreto, pero seguro que podeis encontrar otros muchos no solo para esta serie sino para esas cosas que teneis que estudiar y no hay manera de memorizarlas y recordarlas.

Otra posibilidad es la de confeccionar historias, o cuentos, o refranes, seguro que alguna vez habeis oído alguno.

Un ejemplo de serie de números podría ser:
007-757-90-60-90-7-10-2230-2300-2.
El agente 007 subió al boeing 727. Vio una azafata de medidas 90,60,90 y decidió pedir un seven (7) up para poder hablar con ella. Quiso quedar con ella a las 10 pero ella le dijo que debía regresar en el avión de las 22:30. Por ello a las 23:00 se fue al cine que acabó a las 2.

Os vuelvo a repetir que estos son solo ejemplos o modelos. Podéis hacer multitud de combinaciones o propias invenciones, pero tampoco compliquéis mucho las cosas por que sino luego tampoco recordareis la regla nemotécnica que habéis creado.

Un ejemplo para recordar una fórmula:
La forma del capital y los intereses de los bancos. Con la palabra "carrete" podremos recordarla. Lo que tendremos que pagar después de pedir un prestamos es: el capital (ca) multiplicado por el rédito o intereses (re) y esto multiplicado por el tiempo (te).

Drogas. No, gracias. - AM

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¿Qué es una droga?

Una droga es una substancia que altera el funcionamiento normal del organismo una vez que entra en contacto con él. Algunos ejemplos de drogas son el alcohol, nicotina, cafeína, inhalantes, esteroides, marihuana o cocaína. Las diferentes drogas tienen efectos diferentes en el organismo. Algunas drogas pueden causar alucinaciones (p.e. ver u oír cosas que en realidad
no están aconteciendo). Otras pueden acelerar o reducir la actividad de tu organismo.

¿Por qué las personas suelen consumir drogas?

Los estudiantes suelen dar diferentes razones sobre por qué toman drogas. Algunos dicen que las consumen porque los demás compañeros también lo hacen y para divertirse dentro del grupo. Otros las toman por simple curiosidad, para ver cómo se sienten. Algunos las usan para evitar situaciones difíciles que pueden surgir en la universidad, en el trabajo, con la familia o con los amigos. También hay gente que las consume porque son adictos y no pueden dejar de consumirlas; en esos casos la droga se convierte en algo más importante que la familia, los amigos o la escuela. Incluso hay personas que usan las drogas atraídas por mitos como que su uso hace estar más seguro de uno mismo, permite trabajar durante más horas, hace sentirse menos cansado, mejora la vida sexual del individuo o hace que uno se lo pase mejor. La idea errónea más extendida es que su uso ocasional no es nocivo para la salud. Es importante saber que cualquier persona que tome drogas corre el riesgo de desarrollar problemas de adicción.


¿Qué efectos tienen las drogas?

Dependiendo de la frecuencia y del tipo de uso, las drogas pueden tener efectos severos y duraderos sobre el organismo y sobre la vida personal. Algunas drogas pueden causar daño tras consumirlas una sola vez, mientras que otras pueden afectar al organismo de forma continua. Algunos de los efectos físicos más perjudiciales de diferentes drogas son:

· Alcohol: pérdida de control muscular, disminución de los reflejos, vómito e inconsciencia. El uso prolongado puede producir cáncer, daño cerebral, cirrosis, ganancia de peso, y defectos en el feto si se bebe durante el embarazo 

· Nicotina: disminución del sentido del olfato y el gusto, frecuentes resfriados, tos crónica, enfisema, enfermedades coronarias, y bronquitis crónica.

· Cocaína: infartos, paro respiratorio, y reducción de defensas ante infecciones.

· Esteroides: tumores de hígado, hipertensión, pérdida de cabello, acné severo, reducción testicular, bloqueo del crecimiento, y un ciclo menstrual irregular.

· Marihuana: insomnio, disminución de la concentración, paranoia, alucinaciones, ansiedad intensa, cáncer, y riesgo de infertilidad. 

· Inhalantes: oscilaciones de humor severas, asfixia, pérdida del sentido del olfato, hemorragias nasales, hígado, daño pulmonar y de riñón, y daño cerebral.

· Cafeína: insomnio, disminución de la concentración, ansiedad intensa, y agitación.

El exceso de drogas también puede provocar serios accidentes, lesiones e incluso la muerte. 

Por ejemplo, más de uno de cada tres accidentes de coche está relacionado con el consumo de  drogas.


Las drogas también pueden provocar problemas psicológicos.

Puede afectar a tus estudios, tu trabajo, tu familia y a tus relaciones personales. Diversas investigaciones han mostrado que los estudiantes que consumen drogas en exceso finalizan sus estudios con peores notas y necesitan más años para acabar. Las relaciones personales y de pareja también pueden estar en serio peligro por el consumo de drogas. Su consumo puede llevar a la gente a decir o a hacer cosas de las que más tarde se pueden arrepentir, como tomar la decisión de acostarse con alguien sin desearlo. El abuso de drogas también puede llegar a generar conflictos en la familia. De hecho, una persona no tiene que estar abusando de las drogas para sufrir sus consecuencias negativas. 

Los hijos y las parejas de las personas que abusan de las drogas pueden verse severamente afectados también con síntomas psicológicos, como disminución de la autoestima, depresión, problemas de salud, y problemas de relación con los demás. Pueden incluso llegar a sentirse responsables, o a sentir mucha rabia, asco y resentimiento hacia el adicto.

Por último, el consumo de drogas puede acarrear serios problemas económicos a quien las consume, que pueden interferir en el resto de áreas que hemos abordado (aspectos psicológicos, relaciones interpersonales) complicándolas aún más.

Recuerda que cualquier persona puede convertirse en adicta a cualquier droga, incluyendo cualquiera de las mencionadas arriba.

¿Qué puedo hacer?

A continuación te presentamos diversas estrategias que te pueden orientar sobre cómo dar los primeros pasos para afrontar problemas con las drogas. La efectividad de las mismas se puede ver incrementada si estableces un compromiso fuerte para el cambio.


Si quieres prevenir posibles problemas con las drogas:

· Entérate. Conoce los hechos, las consecuencias, las alternativas al consumo... Una vez que lo hagas, te darás cuenta de que no merece la pena arriesgar tu carrera, tu salud, tus relaciones
y tu futuro. 

· Evita la presión de los compañeros. Ensaya diversas formas de cómo decir “No”. Aunque ten en cuenta que si te rodeas de gente que bebe y fuma (por ejemplo), lo más probable es que tú también acabes haciéndolo.

· Trata de evitar en la medida de lo posible situaciones en las que la gente consuma drogas. 

· Participa en actividades que no impliquen su consumo.

· Afronta tu problema de adicción si crees tenerlo. Dispones de muchos recursos de ayuda a tu servicio.

· Pide ayuda para afrontar las necesidades relacionadas con la familia, las relaciones personales, la ansiedad o la depresión.

Si quieres obtener ayuda para superar la adicción 

Dependiendo del tipo de adicción, existen diferentes tipos de tratamientos. Una vez que la adicción es detectada, siempre es conveniente iniciar un tratamiento. Para problemas de adicción severos, existen programas de desintoxicación que requieren que el paciente permanezca en el centro terapéutico. También hay programas administrados en clínicas a las que el paciente puede acudir diariamente. Tratamientos para adicciones menos severas incluyen terapia individual, familiar o de pareja. También es posible contar con la ayuda de grupos de apoyo.

Si lo necesitas ... PIDE AYUDA.
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